Lola Rivière

About

Jugaba en mi infancia con el barro después de un día de lluvia, y me sumergía en ese contacto táctil modelando y creando nuevas formas, descubriendo un material plástico entre mis manos.

Elegí la cerámica por ese encuentro con la tierra, la caricia del modelado, las infinitas posibilidades de colores y texturas y la transmutación que el fuego produce en las piezas… magia y sorpresa que fui descubriendo.

En un juego entre mi intención y lo que el proceso me va ofreciendo, busco que mis piezas conserven esa belleza imperfecta y a la vez armónica propia de la naturaleza, con sus colores, texturas, rugosidades y con mi propia huella. Hay algo muy primario y esencial en mi cerámica, es una vía de unión entre todo lo que soy y de lo que formo parte. A través de ella y al igual que en los demás ámbitos de mi vida, busco emular esa belleza de nuestro entorno natural.

Me inspiran también las cerámicas de culturas antiguas con su sencillez y belleza, piezas que muestran la erosión del paso del tiempo y encierran el misterio de su historia.

Y en ese espacio en el que la cerámica se funde en mi vida me encuentro también con mis deseos y mis miedos, con mi capacidad de elegir… y decido “crearme creando” y así poner en mis piezas, como en mi vida, mi huella más real.


“En la sencillez y la belleza está la verdad”.
— Carl Gustav Jung


Ceramista de la sutileza en la textura y el color, las piezas de Lola Rivière son de una sencillez rica en matices; piezas sin ornamento, de una estética estrictamente sensorial y de una belleza puramente funcional.

Es una artesana vinculada al oficio, con una larga trayectoria que se remonta a su infancia. Empezó ya entonces un camino que la llevó a estudiar cerámica en la Escuela Massana, donde descubrió la pasión por el tratamiento de la superficie con engobes, pátinas, esmaltes y óxidos, y la fascinación por el proceso de cocción. En la misma época empezó a trabajar en el estudio de la escultora Paloma González, dónde aprendió nuevas técnicas y profundizó durante ocho años en el mundo del gres y la alta temperatura.

Y a través de los diversos episodios de su carrera artística, siempre se ha sentido cautivada por la experimentación en la superficie cerámica, buscando la forma más simple para transformarla en un jardín de sutiles texturas y colores. La carrera de Bellas Artes que más adelante estudió en la especialidad de pintura, refinó su sensibilidad en el color y los matices, que trasladó al mundo de la cerámica.

Además de la sencillez y el oficio que transmiten sus piezas, la suya es también una obra conceptual que apela a vivir y sentir el vínculo con la historia, son piezas que podrían haber sido halladas en una excavación arqueológica.

Lola Rivière sabe despertar el alma en los objetos cotidianos. Sus obras se basan en formas y conceptos simples: el círculo, el contenido, el encaje…todo ello tan común en la naturaleza. Son una recreación de la vida, la dualidad, el universo y la unión.

— Caterina Roma


“Treinta años en el silencio, años de exigencia interna. Un arte largamente elaborado está acariciando el mercado. Algo que se esperaba: sólido, cálido, espontáneo, elegante”.
— JL Wende, 2015